“Conoces lo que tu vocación pesa en ti. Y si la
traicionas, es a ti a quien desfiguras; pero sabes que tu verdad se hará
lentamente, porque es nacimiento de árbol y no hallazgo de una fórmula.” Antoine De Saint
Exupery
El camino para “llegar” que todo entrenador debe seguir,
parece ser el siguiente:
Empezar con un equipo de niños, sacarte el primer nivel, ir de ayudante en un
buen club, para poder escalar posiciones, sacar el segundo nivel, intentar
meterte en PDP, llevar un preferente, tener experiencia en selecciones, sacarte
el “nacional”, entrar en un equipo profesional en el staff, conseguir llevar un
equipo.
Hay (se me ocurren) tres maneras de seguir ese camino:
1) Acumulando formación, preparándote al máximo. Scouting, campus, cursos de todo
tipo, etc… Pretendiendo que la única clave es estar preparado.
2) Abrazar farolas, peloteo, mamoneo.
3) Entrenando. Poniendo el foco ser cada día mejor para tus jugadores, tu club,
tu contexto.
Ninguna de las tres garantiza nada, lo siento. La mezcla de
las tres, me direis… Pues quizás, pero, a pesar de que a mucha gente no le
guste, faltan dos componentes necesarios: RIESGO y SUERTE. Tomar decisiones
arriesgadas, lo que se diría “buscar la suerte”, y luego, encontrarla, que no
es lo mismo. Y no es cierto que “quien busca la suerte, la encuentra”.
Demasiados entrenadores pierden los valores y dañan al
baloncesto y a los jugadores, por no buscar conseguir eso basándose en el
camino 3, con un poco del 1, claro! Por eso, propongo cuatro
reflexiones-preguntas, para ayudar a quien quiera llegar, prosperar, a que lo
haga de manera ecológica con el sistema (es decir, sin perjudicar a los demás).
REFLEXIÓN 1. ¿QUÉ APORTAS?
¿Cuantos jugadores siguen en un equipo porque eso representa un status o un
nivel competitivo determinado, y no por tener el entrenador que quieren tener?
Pregúntate si estos jugadores te quieren realmente como entrenador. ¿Qué le das
de especial a tu equipo? ¿Cuántos jugadores mantienen una relación personal
fluida, sincera, abierta, contigo? ¿Cómo les haces crecer?
REFLEXIÓN 2. ¿COMO LIDERAS?
Hoy en día, los jóvenes no compran ninguna idea que no tenga lógica, coherencia
y la vean útil para ellos Eso sube el listón de exigencia al liderazgo del
entrenador de manera exponencial. No sirve de nada lamentarse de que antes los
jóvenes eramos diferentes. ¿Y qué? Lo importante es cómo son ahora, y qué
necesita de nosotros esta realidad actual. Necesita que seamos mejores. Y ese
“mejores” reclama de forma imprescindible competencias emocionales y relacionales. ¿Qué haces para tener credibilidad? ¿Qué líder
eres?
REFLEXIÓN 3. ¿CÓMO TE VALORAS?
¿Aceptas que un árbitro cobre mucho más dinero al mes que tú, entrenador?
Porque así es. Aceptamos que el entrenador debe cobrar poco, claro, porque
estamos en crisis, nuestro deporte está en crisis. Y nosotros, vamos y lo
compramos!! Bien, pues los árbitros no están en crisis! Y también son de
nuestro deporte. Ya ho hablemos de otros entrenadores de otros deportes
emergentes que sí están cobrando bien. ¿Cómo llevas la crisis?
¿Cuál es tu crisis?
REFLEXIÓN 4. ¿CÓMO TE VALORAN?
3 entrenamientos + 1 partido por semana, serían 8 horas de dedicación semanal,
aproximadamente. Eso son 32h/mes. A parte de categorías senior y algún
preferente, la gran mayoría de entrenadores no cobran 320€ al mes (10€/hora).
Un sueldo medio, estaría entre 100 y 200€, unos 5€/hora. ¿Te va bien así?
¿Tu jugador
pagaría para que le entrenases? ¿Qué pagaría?
Preguntas incómodas. Seguramente diferentes de las que nos
hacemos habitualmente. Mientras nos perdemos en cómo llegar, hacer lo que
sea para tener éxito, dejamos de focalizar en cómo ser mejor para el
baloncesto,
en cómo ayudar a que llegue el jugador, que en realidad es el protagonista de
esto. Y dejamos de focalizar en cómo hacer atractivo el juego para el
espectador, cómo, en definitiva, adaptar nuestro juego a una era que demanda
mucho más de cada espectáculo, porque hay más variedad y menos paciencia, más
oportunidades y menos fidelidad. El Entrenador tiene en sus manos relanzar
esto. Nuestra base está con problemas. Nuestro método, desfasado, y poco
atractivo. Si no, fijaros como cada vez hay más jugadores extranjeros en nuesto
baloncesto. Eso significa dos cosas: o que en otros países (suecia, finlandia,
el congo…) entrenan con un método mucho mejor que aquí, o que un método no es
tan determinante en que un jugador “llegue”. Y no estiro ese argumento para no
complicarme más… Necesitamos una
#Re-Evolución.
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